¿Por qué existen las fronteras? Aunque no lo sabemos a ciencia cierta, sabemos que están jodidas. Conoce estas 4 razones por lo que lo están.
Entre Francia y España, en el río Bidasoa hay una isla deshabitada llamada la Isla de los Faisanes. Cada seis meses, esa isla de 200m de largo, cambia de administración entre España y Francia. Del 1 de febrero al 31 de julio, está bajo el dominio Español, y los 6 meses siguientes, bajo dominio Francés.
En tiempos tempranos de la humanidad, matrimonios diplomáticos, perder una guerra o ser colonizado, eran razones suficientes para ganar o perder territorios. Accesos al mar (como la costa de Bosnia, la segunda más pequeña del mundo), montañas y recursos fueron divididos por una línea invisible y sentenciados a crecer y desarrollarse dentro de un espacio delimitado y dibujado en un papel.
Pero ¿Por qué existen los países y las fronteras? ¿Por qué pueden llegar a ser tan deshumanizadas y llenas de complejos acuerdos fronterizos? Como los fuck ups están presentes en cada cosa creada por el ser humano, aquí hay una lista de algunas cosas jodidas sobre las fronteras:
En algún punto, esas líneas invisibles en el mapa se convirtieron en papeleo, murallas, armas y alambre de púas. Las fronteras están jodidas porque representan grandes obstáculos para la gente que huye de la guerra, el cambio climático (otra metida de pata de la humanidad), pobreza y desigualdad.
Las fronteras crearon los concepto de turistas, foráneos, migrantes, inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo. Originaron una nueva forma de ver y tratar a la gente dependiendo de un papel con estampas, y la lotería de nacer o no en un lugar donde no necesites visa para moverte libremente. Cada día muere gente intentando cruzar una frontera.
En 2019, sólo en América (ya saben, el continente Americano), más de 800 personas murieron tratando de cruzar desiertos, ríos e islas remotas, intentando atravesar el continente. Eso es un avión Airbus A380-800, el avión de pasajeros más grande del mundo lleno de gente, historias y familias.
Las fronteras representan algo para ambos lados. De uno, la promesa de una mejor vida, del otro, un límite “seguro” que divide el caos y el miedo del orden. Una visión que puede crear peligrosos estereotipos, posturas y mentalidades. Eso nos lleva a la segunda cosa jodida sobre las fronteras.
Hay poder y beneficios en una sociedad sana, con una identidad, cultura y pertenencia fuertes. ¿Pero qué pasa cuando un profundo y arraigado nacionalismo se mezcla con fronteras estrictas que refuerzan una narrativa del “nosotros y ellos”? De acuerdo con Bridget Anderson, el estado migratorio no es únicamente tema de tecnicismos legales, es también un estatus de valor, valía como personas, honor y ayuda a definir los privilegios y limitaciones de una ciudadanía.
No nos hagan mucho caso, sólo somos un montón de perdedores que tienen un blog, pero todos sabemos lo que pasa cuando un nacionalismo extremo se mezcla con miedo y fobias: discursos de odio, discriminación y racismo. Ya saben, todo eso que convierte en idiota a un idiota.
¿Cuál es el rol de las fronteras como símbolos de separación, ilusorias jerarquías nacionalistas y xenofobia? ¿Por qué las fronteras son usadas como campañas políticas para conectar con países enteros? (Así es, estamos hablando de nuestro generador de memes, Donald Trump)
En The Borders of Inequality: Where Wealth and Poverty Collide, Iñigo Moré expone algunas de las fronteras más desiguales del mundo: México y Estados Unidos, Alemania y Polonia, España y Marruecos. Muchas de ellas comparten algunas características como inmigración, tráfico ilegal de sustancias y tensión entre ambos países vecinos, pero la mayor característica es la desigualdad.
Las fronteras acentúan las diferencias entre países privilegiados y pobres. Generan constantes conflictos migratorios y empeoran las relaciones entre países.
¿Cómo afectan las fronteras el acceso a ciertos recursos que tienen un impacto negativo en la economía? ¿Cómo afecta esta desigualdad en relaciones diplomáticas y generación de guerras? ¿Cuántas de esas guerras obligan a la gente a moverse y buscar otras oportunidades?
De acuerdo con la Declaración Universal de Derechos Humanos (más específicamente, Artículo 13):
"Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado."
¡Pero hey, estamos hablando de fronteras! TIENE que ser complicado, ¿cierto? De eso se tratan las fronteras. Como mencionamos antes, la lotería del país donde te ha tocado nacer determina tu postura sobre las fronteras, lo que representan para ti, incluso la importancia que le das a ese tipo de temas. Más importante aún, determinará las complicaciones con las que te encontrarás cuando intentes aplicar el artículo 13 de los Derechos Humanos.
De acuerdo con el Global Passport Index, el pasaporte más “poderoso” (con menos restricciones como la visa) es el de Alemania y Finlandia, con sólo 65 requerimientos de visa.
En contraste con Afganistán, el “menos poderoso”, que requiere de 168 permisos de visa. Ahora eso de la lotería está más claro, ¿no?
Podemos decir mucho sobre las fronteras, desde cosas alocadas y curiosas como islas que cambian de administración cada 6 meses, hasta historias desgarradoras de familias siendo separadas.
Y es por eso, querido lector delimitado por fronteras, a pesar de las fronteras y las cuarentenas, queremos acercar a nuestros Fuckuppers (organizadores de Fuckup Nights) y a las comunidades locales en fronteras complejas alrededor del mundo.
Nos encanta hablar del fracaso A veces parece ser todo lo opuesto a las fronteras, es universal y humano sin importar el territorio donde estás, es un poderoso generador de empatía cuando se comparte y un puente de vulnerabilidad que conecta con quien sea.
Lanzaremos nuestras ediciones fronterizas de Fuckup Nights, empezando con la frontera de México y Estados Unidos.
Puedes registrar gratis aquí para esta edición especial, o cualquier otra edición online de Fuckup Nights.
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Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.
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