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¿TikTok reemplazará a tu terapeuta?

En una sociedad donde reinan el individualismo y las redes sociales, la salud mental y el autocuidado se han convertido en un tema popular.

By:
Shanti Banus
¿TikTok reemplazará a tu terapeuta? | Fuckup Nights

En una sociedad donde reinan el individualismo y las redes sociales, la salud mental y el autocuidado se han convertido en un tema popular. Aunque es maravilloso que la salud mental se haya convertido en un tema menos tabú, la terapia suele aclamarse como la solución definitiva a todos los problemas causados por, ¡sorpresa, sorpresa!:  el capitalismo. Lamentablemente, esto no es así.

La terapia se ha mercantilizado, creando un enredo que hay que desentrañar. En este blog, profundizamos sobre el discurso de terapia que plantean las redes sociales y en cómo las cuentas populares de salud mental han creado una visión hiper-individualista de todo tipo de relaciones. Abróchate el cinturón, porque vamos a sacudir las cosas. Y por supuesto, hablaremos de la problemática con los enfoques y la narrativa de las terapias convencionales.

La Ilusión de Empoderamiento en las Redes Sociales

No cabe duda de que las redes sociales han abierto vías para hablar de salud mental, pero es esencial reconocer sus inconvenientes. Aunque estas plataformas ofrecen espacios para compartir experiencias y encontrar redes de apoyo, seguir cuentas sobre salud mental puede contribuir a veces a generar sentimientos de impotencia e insuficiencia. 

Las cuentas cuidadosamente diseñadas con soluciones unitalla perpetúan “sin querer” las expectativas poco realistas de uno mismo y pueden afectar los diferentes mecanismos de afrontamiento y diversas expresiones emocionales que tenemos como personas. Los problemas de salud mental se han reducido a listados de banderas rojas, de "diagnóstico" para saber si alguien es narcisista o tiene un estilo de apego evitativo, a guiones para mantener conversaciones difíciles y a más listas con los hitos que se supone que hay que alcanzar en cualquier relación. Todo ello mientras se descuidan herramientas útiles como una red de apoyo en nuestras comunidades.

 

El autocuidado se ha “sanitizado”, manipulado y usado con fines lucrativos. Como resultado, se ha convertido en algo más grande de lo que pretendía ser. La gente ve ahora el autocuidado como una "solución" revolucionaria a nuestros problemas colectivos cuando no lo es.

Sí, algunos de los TikToks y publicaciones pueden ser realmente útiles para hacer conciencia. Sin embargo, es importante reconocer que las recomendaciones no siempre funcionan para todo el mundo. Por desgracia, la mayoría de las personas que no tienen el privilegio de pagar por una terapia con una o un profesional,  pueden creerse la idea de que un terapeuta de TikTok y su podcast es todo lo que necesitan.

Cada persona tiene experiencias vitales únicas de crianza, cultura, perfil socioeconómico e incluso traumas, todo lo cual moldea significativamente sus dinámicas interpersonales y sus mecanismos de afrontamiento psicológico.

Aunque puede ser útil para algunas y algunos de nosotros, confiar en los consejos genéricos de las redes sociales puede pasar por alto estos importantes matices y conducir a resultados ineficaces o hasta dañinos.

El Hiperindividualismo y sus Consecuencias

No hace falta mucho para observar el discurso hiperindividualista generalizado que promueve la narrativa terapéutica de las redes sociales. Busca a cualquier YouTuber y rápidamente te  encontrarás con su rutina de "autocuidado". Creando una necesidad incesante de priorizarnos a nosotras y nosotros mismos a toda costa, despreciando a cualquiera que no se alinee con nuestra "vibra" o "propósito", convierte las relaciones en meras transacciones, todo en aras de la reciprocidad. 

Poner expectativas poco realistas en las personas, como si pudieran leernos la mente, y luego distanciarnos de ellas porque no satisfacen TODAS nuestras necesidades exactamente como queremos, puede conducir a sentimientos de aislamiento, soledad y desconexión de la comunidad en general. Especialmente cuando nos centramos excesivamente en encontrar "a la persona indicada"

Por eso es tan fácil para las y los coaches relacionales aprovecharse de la necesidad de conexión de la gente, capitalizando la idea “hollywoodiense” del amor para vender sus servicios. Bajo esta narrativa, existe una mentalidad de escasez en torno al amor que conduce a una mayor competitividad. La comparación constante conduce a jerarquías y sentimientos de aislamiento y ansiedad por no poder ser tan feliz como parecen ser los coaches de relaciones.

El sistema actual, también conocido como capitalismo, basa nuestra autoestima en la acumulación de riquezas de todo tipo. Trata de moldear nuestra identidad y nuestros valores hasta el punto de que todos nos esforzamos por ser personas ambiciosas, fijadoras de objetivos, altamente competitivas y exitosas en todas las esferas de nuestro paisaje relacional. Es obvio que en algún momento, esto nos puede provocar algún tipo de burnout, ¿no crees?

¿Es la Ley de la Atracción es la Solución a todo?

"Simplemente manifiéstalo cada día y harás tus sueños realidad" es un concepto que ha tenido mucho éxito en las redes sociales: la Ley de la Asunción y la Ley de la Atracción. Son ideas motivadoras que nos prometen el secreto de una vida idílica simplemente expresando, escribiendo, y creyendo en nuestros sueños. Ojalá fuera tan sencillo. No nos malinterpretes, no estamos aquí para descartar la influencia de la mentalidad en nuestras acciones y sus resultados. 

Pensar en positivo tiene sus ventajas, pero no olvidemos que también hay factores externos en juego. Asumir simplemente que tendremos experiencias positivas no es la respuesta a la mayoría de nuestros problemas, por mucho que nos duela aceptarlo. De hecho, se parece mucho a la positividad tóxica. La vida es una cosa compleja, y las circunstancias que escapan a nuestro control pueden lanzarnos curvas. Culparnos a nosotras y nosotros mismos por no manifestarnos con el suficiente fervor crea una mentalidad meritocrática y una cultura de autoculpabilización que pasa por alto las infinitas variables que contribuyen al éxito -o al fracaso- personal. 

Es crucial reconocer que los fracasos y contratiempos no siempre son el resultado de una insuficiencia personal. Muchas veces, se deben a la falta de recursos, conocimientos o apoyo para afrontar los retos con eficacia. Los problemas de salud mental, por ejemplo, no pueden resolverse mágicamente con pensamientos positivos o asumiendo buenos resultados. Requieren intervención profesional, terapia y acceso a los recursos adecuados. Al reconocer las limitaciones de la Ley de la Suposición y la Ley de la Atracción, podemos adoptar una perspectiva más equilibrada y realista sobre el crecimiento personal y el éxito, en la que no siempre eres la o el principal culpable. 

Las Trampas de los Enfoques Terapéuticos Tradicionales

Ah, la terapia: el recurso al que acudir en busca de apoyo para la salud mental, ¿verdad? Bueno, no es tan simple. Admitámoslo: la terapia no está al alcance de todos, ni es siempre la solución perfecta para cada situación. Factores como las limitaciones económicas, la falta de cobertura de seguridad social, las limitaciones geográficas y el estigma cultural pueden ser obstáculos para acceder a una terapia.

Las conversaciones sobre terapia en las redes sociales no tienen en cuenta los diferentes estilos de comunicación y contextos culturales. En algunos casos, los métodos terapéuticos tradicionales pueden incluso chocar con estas diferencias, y ciertos terapeutas pueden perpetuar prejuicios o carecer de la experiencia sociocultural necesaria para abordar con eficacia problemas específicos. La eficacia de la terapia también varía de una persona a otra. Los distintos enfoques terapéuticos, las preferencias personales y la disposición para la terapia pueden influir significativamente en sus resultados. 

Para abordar integralmente los problemas de salud mental, debemos reconocer la interseccionalidad: la interconexión de la raza como constructo social, el género, la sexualidad y el estatus socioeconómico con nuestro bienestar. Las diferencias culturales, los sistemas de apoyo comunitario y la opresión sistémica desempeñan un papel importante en la salud mental. Al reconocer estos factores, podemos desarrollar narrativas más precisas y empáticas que resuenen con un abanico más amplio de personas, fomentando un sentimiento de pertenencia y validación.

A falta de terapia tradicional, las iniciativas basadas en la comunidad, los grupos de apoyo entre iguales, los foros en línea y los recursos de autoayuda pueden desempeñar un papel crucial a la hora de proporcionar apoyo y promover el crecimiento personal. Si adoptamos los conocimientos de la comunidad, podremos desarrollar formas inclusivas de llevar los servicios de salud mental a poblaciones diversas.

En Conclusión …

Para lograr un cambio real, tenemos que dejar de romantizar el hiperindividualismo y reconocer la industria multimillonaria que hay detrás del autocuidado y la salud mental, así como sus limitaciones. También es esencial poner en perspectiva los defectos de las instituciones de salud mental y cuestionar los prejuicios existentes, decolonizar las prácticas terapéuticas y abordar las dinámicas de poder que se presentan. 

Es hora de reimaginar el autocuidado y reconocer que la salud mental es compleja, que la terapia por sí sola no ofrece una solución única. Aunque no es un camino fácil, especialmente en nuestros tiempos digitales, si abrazamos la idea de crear mas redes de apoyo y comunidad; abogando por un apoyo inclusivo, accesible e interseccional, podemos crear un futuro más brillante y saludable para todos.

Editado por

Raquel Rojas

¿TikTok reemplazará a tu terapeuta?
Shanti Banus
Community Manager & Writer
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