No estamos aquí para imponer ideas, simplemente te invitamos a dar el paso que se alinee a tus propios valores basado en datos comprobables.
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Descargo de responsabilidad: Este artículo está escrito por una persona vegana. Las opiniones plasmadas en este contenido no necesariamente son las de Fuckup Nights como organización.
Veganuary. ¿Has oído hablar de este reto? ¿No? Pues no te preocupes, para eso estamos aquí. En pocas palabras, Veganuary es un movimiento mundial que anima a la gente a probar la dieta basada en plantas durante el mes de enero (de ahí el juego de palabras del nombre). Un mes sin carne, sin lácteos, sin subproductos animales. Todo gira en torno a la verdura, la fruta y las alternativas vegetales. Interesante, ¿verdad?
Ahora es cuando las cosas se ponen picantes. Algunos escépticos asertivos ven esta iniciativa verde como un movimiento astuto del capitalismo para sacar provecho de la “moda” del veganismo. Argumentan que Veganuary es una estrategia del capitalismo, que aprovecha la noble intención de promover el veganismo y lo convierte en una empresa para ganar dinero.
Antes de que levantes las cejas y pongas en duda nuestra capacidad de pensamiento crítico, ¡espera! Piensa en ello. La creciente demanda de productos veganos durante el Veganuary lleva a un aumento de los beneficios para las empresas que producen y comercializan productos veganos. ¿Significa eso que el capitalismo ha manchado la “santidad” del veganismo? ¿O simplemente está proporcionando los medios para una mayor disponibilidad de opciones veganas?
El veganismo no es sólo una tendencia. Es una postura política a favor de los derechos de los animales, una elección consciente que gira en torno al respeto por todos los seres vivos. Las personas veganas creen que los animales tienen derecho a vivir sus vidas libres de explotación tanto como nosotros. ¿Hay algo mejor que mostrar compasión y respeto por aquellos que no pueden defenderse de nuestras armas?
Hagamos un viaje al pasado. El término "vegano" fue acuñado oficialmente en 1944 por Donald Watson. Watson, junto con algunos de sus compañeros vegetarianos no lácteos, formó la Sociedad Vegana del Reino Unido, que se rebeló contra las normas sociales de consumo de carne. Su objetivo, entonces y ahora, es protestar contra los abusos de la explotación animal. Hoy en día, el veganismo no se limita a la alimentación. Se extiende a otras cuestiones sociales, como la justicia medioambiental.
Primero es lo primero: Cooptar algo significa apoderarse de ello con fines egoístas.
¿Y no es interesante cómo todo parece mercantilizarse bajo el capitalismo? Incluso la noble y ética causa del veganismo no es inmune. Los sustitutos vegetales de embutidos, carne, pescado, leche y mariscos a veces son mucho más caros que los productos originales.
Aunque consumir cualquiera de estos sustitutos no es necesario para adoptar una dieta basada en plantas, se ha convertido en toda una industria, principalmente porque la mayoría de la gente no tiene tiempo para cocinar o aprender a cocinar con nuevos ingredientes como el tempeh, el tofu, el seitán, etc. Esta escasez de tiempo suele estar manufacturada por la idea de que debemos anteponer el trabajo y la productividad a todo lo demás, lo que nos deja sin tiempo libre suficiente para aprender cosas nuevas o hacer algo por el medio ambiente, por pequeño que parezca.
Si nos fijamos bien, está claro que capitalismo se ha metido de lleno en el veganismo y Veganuary, de una manera que es a la vez un marketing genial y ligeramente preocupante. El cambio a un estilo de vida basado en plantas está siendo convertido en una moda, en lugar de ser respetado como una potente estrategia para combatir la crueldad animal y el cambio climático.
Las empresas se están subiendo rápidamente al carro de la comida vegana por una razón: para obtener beneficios con un toque de bondad vegetal. Básicamente, haciendo greenwashing. Ahora bien, no estamos diciendo que esté mal intentar ganarse la vida, sin embargo, cuando el beneficio se vuelve más importante que la causa genuina, es cuando empezamos a perder de vista lo que Veganuary y el veganismo pretenden ser en primer lugar.
Además, no ignoremos el elefante en la habitación. Algunas empresas veganas tienen relaciones cercanas con instituciones de activos financieros que están vinculadas a la degradación medioambiental. Sigue habiendo una desconexión entre los supuestos valores éticos del veganismo y los principios de justicia medioambiental.
¿Y qué hay de la explotación de los trabajadores? Sí, incluso en esta industria vegana aparentemente utópica, los trabajadores del Sur Global siguen llevándose la peor parte. Ese no es el tipo de ensalada que queremos probar.
Mención especial merece el empaquetado. Muchos productos "veganos" están envueltos en materiales que son cualquier cosa menos respetuosos con la Madre Tierra -¡sí, estamos hablando de plástico!.
Y así, mientras navegamos por el tema de Veganuary y el capitalismo, no olvidemos estas dimensiones. La revolución no sólo tiene que ver con lo que consumimos, sino también con cómo se obtienen, fabrican y nos llegan esos productos.
No estamos aquí para imponerte ningún estilo de vida, simplemente te presentamos los hechos y te invitamos a dar el paso que se alinea a tus propios valores. Empecemos por lo básico. Una dieta vegana excluye cualquier producto de origen animal, como la carne, los huevos, la miel de abeja y los lácteos. Parece todo un reto, ¿verdad? Aún así, la recompensa parece merecer la pena.
En cuanto a la salud, los estudios de la Asociación Americana del Corazón revelan que una dieta basada en plantas puede reducir el riesgo de enfermedades cardiacas.
Además, un estudio publicado en el British Journal of Nutrition indica que una dieta vegana puede mejorar el estado de ánimo. Menos grasas animales, más antioxidantes y una abundancia de fitoquímicos que te hacen sentir bien: ¡es como un cóctel de felicidad, directamente de la Madre Naturaleza!
¿Te están entrando ganas de unirte al reto de Veganuary el próximo año? Recuerda que no estás sola o solo en esto. Millones de personas de todo el mundo están contigo, compartiendo su viaje, sus fracasos ;) y sus victorias. Y quién sabe, puede que al final del mes te encuentres con más salud y más feliz.
Pero no se trata sólo del CO2. El agua también es importante. La cría de animales requiere muchísima agua. Se calcula que una hamburguesa consume la misma cantidad de agua que una ducha durante dos meses. Ahora imagina que cambias esa hamburguesa de carne por una de origen vegetal. Tu conciencia libre de culpa al tomar una ducha te lo agradecerá de antemano.
Y no nos olvidemos de nuestros amigos peludos, los propios animales. Optar por comidas veganas durante un mes significa que no estás apoyando a industrias que, honestamente, no tienen el mejor historial en lo que se refiere al bienestar animal.
Una investigación publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences demostró que si todo el mundo se volviera vegano, el uso mundial de tierras de cultivo podría reducirse en más de un 75%, una superficie equivalente al tamaño de EE.UU., China, Australia y la Unión Europea juntos. Eso es un montón de tierra que podría devolverse a la naturaleza, ¡yassss!
Pasarse al veganismo o a una dieta más basada en plantas no significa ser perfecto o tener una actitud de santidad. Se trata de tomar decisiones conscientes que podrían tener un impacto positivo en nuestro medio ambiente.
Conclusión
Capitalismo y veganismo son dos palabras que rara vez se ven en la misma frase, pero mantienen una relación compleja cuando se trata de Veganuary. Sin embargo, es esencial recordar que incluso frente a estos argumentos, los valores fundamentales del veganismo siguen siendo la compasión y la justicia medioambiental.
Aunque muchos sostienen que bajo el capitalismo no hay consumo ético, debemos evitar el cinismo y recordar que nuestras elecciones importan. Otra cosa es cierta al mismo tiempo: las grandes corporaciones siguen siendo las principales culpables de la crisis medioambiental a la que nos enfrentamos.
A pesar del idilio del capitalismo con el veganismo y Veganuary, el corazón del movimiento sigue siendo fuerte. Y si podemos exigir a las grandes empresas que mantengan esos objetivos en primer plano, entonces Veganuary no será sólo otra moda capitalista, sino un cambio que podemos mantener para las generaciones venideras.
Por supuesto, tenemos que ser realistas. Seguir el camino del "tofu y las lentejas" puede no ser fácil para todo el mundo. No pasa nada si te cuesta trabajo, todos los cambios llevan su tiempo. Y recuerda que tienes a toda una comunidad dispuesta a compartir sus recetas, sus éxitos y, sí, también sus fracasos.
Y ya que estamos en esto, no nos perdamos en los detalles. Vegano o no, el objetivo principal es crear un mundo más compasivo, más ético y más sostenible. Por lo tanto, sigamos educándonos, practicando el pensamiento crítico y no perdamos nunca nuestra crítica frente a las tácticas capitalistas para elevar el consumo de bienes y servicios.
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