SKAN transformó su aniversario en una experiencia poderosa donde 300 personas compartieron fracasos, aprendizajes y conexión global con Fuckup Nights.
Ese fue el reto que nos planteó SKAN, una de las empresas líderes en tecnología de la industria biofarmacéutica.
Con oficinas y colaboradores distribuidos en Japón, Suiza, Alemania, Brasil, Bélgica, Polonia y Estados Unidos, SKAN buscaba que su evento corporativo fuera una oportunidad para fortalecer la inspiración y cohesión de su equipo global.
Así nació oneSKAN: The Summit, un evento con más de 300 participantes donde Fuckup Nights facilitó 8 sesiones inmersivas en 2 días, enfocadas en resignificar el fracaso como vehículo de innovación y aprendizaje compartido.
El formato fue diseñado para que cada sesión tuviera un impacto emocional y reflexivo en la audiencia, inspirando y desafiando a los participantes a aprender del fracaso a través de:
“Es refrescante escucharlo. Me hizo pensar diferente. Estoy muy inspirada.” — Participante de una de las sesiones.
En solo dos días, Fuckup Nights logró algo que parecía muy complejo: alinear a más de 300 colaboradores de diferentes países en torno a una conversación sobre errores y aprendizajes.
Lejos de las presentaciones convencionales, este espacio brindó la oportunidad a miembros del equipo de todas las regiones de compartir honestamente sus historias de fracaso, fomentando así la empatía, la confianza y nuevas maneras de conexión.
De este modo, el fracaso se convirtió en un idioma universal que fusionó culturas, estimuló la innovación y fortaleció al equipo global de SKAN.
“Gracias por desafiar nuestras perspectivas y ayudarnos a abrazar el valor de aprender del fracaso.”
— Tobias Pulm, organizador del evento desde SKAN.
“Una semana de talleres, aprendizajes, cenas, cultura e innovación que recordaré por mucho tiempo.”
— Abat Annamammedova, participante.
“Desde mi primera semana en la empresa, me sentí parte de algo grande.”
— Michael Hürbin, participante.
En palabras de Tobías Pulm, uno de los co-organizadores, sobre la participación de Pepe Villatoro como moderador de las sesiones:
“Tus sesiones sobre la cultura del fracaso no solo fueron valiosas, sino que desafiaron perspectivas. Gracias por ayudarnos a abrazar el valor de aprender del error.”
La posibilidad de generar una conversación honesta, cercana y memorable entre colegas de distintas partes del mundo. Como lo compartieron en redes sociales, la experiencia fue una celebración de cultura, diversidad e innovación. Y también, una demostración de que la vulnerabilidad, en un espacio seguro, nos une y nos impulsa a formar parte de algo.
Descubre cómo transformar un evento corporativo en una experiencia transformadora.
Editado por
Karla Ferreira
Transformemos nuestra percepción del fracaso y utilicémoslo como catalizador del crecimiento.