BBVA celebró a sus papás con un evento de Fuckup Nights sobre fracasos y aprendizajes en la paternidad. Honestidad, humor y conexiones reales.
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Para conmemorar el Día del Padre, BBVA México decidió hacer algo fuera de lo convencional.
Co-creamos una Fuckup Nights especial: un espacio para que sus colaboradores y líderes —padres en diferentes etapas— compartieran errores, aprendizajes y momentos humanos que han marcado su experiencia como papás.
Así nació “Paternidad Imperfecta y muy padre by Fuckup Nights”, un evento privado para más de 500 colaboradores del banco en Ciudad de México, con Pinche Gringo como venue.
Aplicamos nuestro formato clásico de Fuckup Nights, adaptado para la audiencia de BBVA, y con enfoque en historias de resiliencia en la paternidad. Contamos con:
Ricardo Castañeda abrió la noche con una frase que puso el tono del evento:
“La vergüenza muere y la inspiración nace cuando las historias son contadas en espacios seguros.”
A partir de ahí, comenzó una noche de risas, experiencias y honestidad:
Antoine habló sobre una idea que muchos tienen de la paternidad: “garantizarles todo lo que desean” es suficiente. Durante años pensó que trabajar duro era la forma de asegurar el futuro de su hijo. Pero con el tiempo notó que su presencia emocional era igual o más importante que su desempeño laboral.
“Sentía que me estaba poniendo una máscara”, dijo. Hoy, prioriza la presencia con sus hijos por encima de todo.
Emiliano compartió cómo la paternidad se convirtió en un espejo incómodo que lo obligó a reevaluar sus decisiones profesionales.
Después de vivir una etapa de hiperexigencia trabajando para el gobierno —donde debía estar disponible 24/7—, el burnout lo alcanzó. Un simple tweet programado mientras trabajaba para Claudia Sheinbaum (actual presidenta de México) en el momento equivocado detonó su decisión:
“Si sigo trabajando aquí, voy a tronar. Y no estoy disfrutando a mis hijos.”
Sus hijos no solo estuvieron presentes en su carrera; fueron su brújula. Y como él dijo:
“Para hablar del papá que soy, tengo que hablar de los papás que me tocaron.”

En plena pandemia, Pablo fue promovido a un puesto de alto nivel. Aceptó el reto, pero justo entonces su familia se enfermó de Covid.
En un viaje de negocios, rodeado de responsabilidad, tomó la decisión de decirle a su jefe:
“No debería estar aquí contigo. Debería estar con mi familia.”
Recordó a toda la audiencia lo que verdaderamente vale:
“No es sabiduría, es experiencia de haberme equivocado antes. Hoy no cambio por nada cantar con mi hijo en el coche rumbo a la escuela.”
Mauricio compartió que tiene 28 años… de experiencia… siendo papá, y dejó claro que la paternidad es una tarea que nunca termina.
“Los hijos no son nuestra propiedad. No están aquí para cumplir nuestros sueños.”
Con sencillez y verdad, habló sobre soltar expectativas, aceptar que los hijos son personas distintas y entender que ser papá es un rol que se transforma constantemente.
Porque ser papá también es equivocarse. Cuando las organizaciones permiten estos espacios de vulnerabilidad, se fortalece el sentido de pertenencia, empatía y conexión entre los equipos, desarrollando relaciones más humanas y evitando situaciones de burnout.
“Paternidad Imperfecta y muy padre” fue un recordatorio para los más de 500 colaboradores del banco, que hablar de lo difícil y aquello que duele, es la mejor manera de celebrar lo que somos en el presente, y crear conexión reales con nuestros equipos y colaboradores.
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Editado por
Karla Ferreira
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