Dale la vuelta a la meritocracia. Estas son 7 formas de brindar oportunidades más allá de los méritos.
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Acumular méritos se ha vuelto una actividad del día a día. Desde la infancia se nos enseña a valorar el esfuerzo como una forma de merecer las cosas. El esfuerzo te hace digno. Sin embargo esta visión nos ha llevado a emitir juicios de valor: “El que no tiene es porque no se ha esforzado lo suficiente.”
Aunque los valores de superación y esfuerzo son importantes y clave en el desarrollo de personas y equipos, el concepto de meritocracia puede alimentar una obsesión por “el merecer o el no merecer.” Y puede dar la sensación de que podemos aplicar nuestros propios sistemas de valor en los demás sin reconocer sus contextos.
Sabemos que nadie empieza desde el mismo lugar, contextos sociales, económicos, de género o raza, pueden definir en gran parte la facilidad para acceder a las oportunidades que se nos presentan. La meritocracia, inevitablemente termina convirtiéndose en una charla sobre privilegios, oportunidades y conciencia.
Descuida, en esta ocasión no entraremos en detalles tan filosóficos y sociales de la meritocracia, pero si queremos compartirte algunos tips para cambiar, desde dentro, la forma en la que entendemos este concepto y abrimos oportunidades para los demás.

1. Define criterios claros de evaluación: Define claramente lo que es un mérito dentro del equipo, KPIs, metas, objetivos y expectativas. Evita los favoritismos y subjetividades.
2. Racionaliza tus sesgos: Sé consciente de tus creencias y sesgos. Cuestiónalos y evítalos al contratar, asignar oportunidades o decidir ascensos. Asegúrate de tener en cuenta la diversidad de género, edad, origen y nivel socioeconómico.
3. Cambia tu percepción sobre DEI: Se cree erróneamente que las contrataciones DEI (diversidad e inclusión) significan contratar perfiles menos cualificados. Contratar desde la diversidad amplía el espectro de talentos y fortalezas. Una visión meritocrática puede dejar fuera a candidatos valiosos.
4. Enfócate en habilidades a largo plazo: Ve más allá de las habilidades de tiburón, busca miembros de equipo que tengan habilidades blandas valiosas como creatividad, adaptabilidad, inteligencia emocional o potencial de crecimiento.
5. Invierte en desarrollo: Busca que los miembros de tu equipo desarrollen su potencial. Ayúdales a mejorar sus habilidades o adquirir nuevas y desarrollar una mentalidad de crecimiento.
6. Da herramientas y retroalimentación: Opta por modelos de feedback objetivos y considera proveer a tu equipo de las mismas herramientas y capacitación para realizar su trabajo.
7. Reconoce diversos logros: Reconoce también las habilidades blandas o “invisibles”, como el liderazgo, la proactividad, el trabajo en equipo y la empatía. Más allá de los resultados numéricos, valora los procesos bien ejecutados, incluso si no alcanzaron los resultados esperados.
💡Pro tip para navegar la meritocracia. Aunque las oportunidades de desarrollo no siempre estén bajo nuestro control, el autor estadounidense Ayodeji Awosika propone enfocarse en cultivar rasgos que no dependen de la suerte: paciencia, persistencia, control de impulsos, capacidad de iterar, curiosidad, evaluación de riesgos y optimismo.
Algunos de estos tips provienen de Joanne Lockwood, experta en cultura de inclusión. Te dejamos una frase muy interesante que puede abrir conversaciones propias sobre la meritocracia y los privilegios que inconscientemente podríamos tener:
Privilege isn’t a dirty word. It’s not an insult or something to be ashamed of (...) The key is understanding that privilege isn’t about what you’ve done; it’s about what you haven’t had to endure to get where you are.
-Joanne Lockwood
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